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Los ascensores son elementos imprescindibles en la vida moderna, facilitando la movilidad en edificios de gran altura. Sin embargo, su funcionamiento puede verse afectado por factores externos como las condiciones climáticas. En particular, las bajas temperaturas del invierno pueden generar algunas dificultades en su rendimiento.
En este post nos adentramos en las consecuencias del frío sobre estos aparatos y ofrecemos consejos para prevenir averías y reducir el efecto de las bajas temperaturas sobre ellos.
Las condiciones climáticas extremas tienen consecuencias para las personas, y también para el funcionamiento óptimo de los medios de transporte vertical.
Ya vimos cómo afectaba el calor a los ascensores y cómo aplicar un correcto mantenimiento ayudaba a paliar posibles contratiempos. Y con el frío, ¿también nos podemos anticipar?
Algunos componentes del ascensor presentan una sensibilidad mayor a los ambientes gélidos. Estas son algunas de las consecuencias del frío.
Si atendemos a los tipos de ascensores, la experiencia demuestra que los hidráulicos son más sensibles al frío que los eléctricos, ya que el aceite que utilizan es susceptible a los cambios de temperatura. Lo ideal es mantener la sala de máquinas a 15 o más grados.
En el caso de los ascensores eléctricos habrá que fijarse en las consecuencias adversas del frío en las guías que pueden llegar a provocar problemas entre las piezas en movimiento.
Si diferenciamos los efectos en función de la ubicación del sistema de elevación, es evidente que los ascensores exteriores son más sensibles que los que se instalan en el interior del edificio. Por su localización, estos equipos están expuestos directamente a los cambios de temperatura y a otros fenómenos meteorológicos.
Hacer caso a ruidos, vibraciones y otras consecuencias del frío en el ascensor supone anticiparse a las averías más frecuentes y de mayor impacto económico para la comunidad de vecinos. De ahí, que la primera recomendación de los expertos sea implementar un programa de mantenimiento preventivo que, unido a los siguientes consejos, hará que los estragos del frío se reduzcan.
A las recomendaciones de profesionales expertos se suma la obligatoriedad de cumplir con la normativa vigente, como la ITC 2024 que entró en vigor el 1 de julio de 2024 y las normas armonizadas EN 81-20 y EN 81-50, que especifican los requisitos de seguridad para el diseño, construcción, e instalación de ascensores. Estas normas incluyen directrices sobre cómo deben protegerse los equipos en ambientes con condiciones climáticas extremas.
¿Quieres evitar que las bajas temperaturas afecten al correcto funcionamiento de tus ascensores? En DUPLEX sabemos cómo ayudarte para no comprometer la seguridad de los usuarios. Ponte en contacto con nosotros y te informaremos sin compromiso de cuáles son las soluciones que mejor se adaptan a lo que necesitas.
¿Cumple tu ascensor con la nueva normativa (ITC) del 1 de julio?
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