De forma general, se dividen en dos grandes familias: las puertas de garaje manuales y las puertas de garaje automáticas. En las puertas de garaje automáticas, los movimientos de cierre y de apertura se producen de forma autónoma a través de un motor o de un brazo hidráulico. Por este motivo, es preferible seleccionar accionamientos silenciosos, para evitar ruidos, y con un mecanismo suave para minimizar golpes o movimientos bruscos.

Entre las principales ventajas de las puertas de garaje automáticas destacan una mayor vida útil y una mejoría de la seguridad, dado que cuentan con sensores de movimiento que detienen la apertura o el cierre en el caso de que se detecte un obstáculo, lo que a su vez evita posibles accidentes o averías. En el caso de que ya se disponga de una puerta manual, es posible automatizarla sin necesidad de instalar un nuevo modelo.

En función del sistema de apertura de las puertas de garaje automáticas podemos clasificarlas en:

1. Puertas de garaje abatibles. Probablemente el modelo más usado, se abren y se cierran mediante el plegado de una o dos hojas sobre su eje vertical. Se trata de un mecanismo sencillo que se puede adaptar a la mayoría de instalaciones con puertas de garaje manuales.
2. Puertas de garaje basculantes. Aunque podemos encontrarlas de varias clases, en general están formadas por una o dos hojas que se pliegan horizontalmente en su desplazamiento en sentido vertical hasta quedar en paralelo con respecto al suelo. Suelen ser económicas y su instalación requiere disponer de espacio suficiente en el exterior del garaje para que puedan sobresalir de la fachada durante su apertura.
3. Puertas de garaje deslizantes. Se caracterizan por su apertura y cierre guiados por carriles y están especialmente indicadas en caso de usos intensivos, dado que ofrecen una gran estabilidad. Pueden contar con deslizamiento horizontal, en las conocidas como puertas de garaje correderas, o con deslizamiento vertical, cuando la puerta se desliza por carriles hasta quedar en posición horizontal con respecto a la inclinación del techo.
4. Puertas de garaje enrollables. Son ideales para aprovechar al máximo el espacio disponible. Se trata de puertas de tipo persiana con un sistema que permite su enrollado hasta alojarlas en la parte superior del techo.
5. Puertas de garaje con puerta peatonal. Independientemente del tipo de accionamiento que se elija, siempre que la instalación lo permita es recomendable reservar espacio para una puerta peatonal, que puede situarse o bien en el centro o bien en un lateral según la disposición. Esto posibilita el tránsito de personas sin necesidad de abrir la puerta del garaje.