¿Conoces tus derechos y obligaciones como propietario? Toda la información clave

Es posible que te surjan dudas sobre tus derechos y obligaciones como propietario tanto si resides en la vivienda que has comprado como si la has alquilado a un arrendatario. Para ello, es importante saber que la LPH o Ley de Propiedad Horizontal es la norma que regula las relaciones, los derechos y los deberes entre los propietarios o los vecinos de aquellos inmuebles que pertenecen a la misma comunidad o edificio. Por tanto, recoge las directrices básicas de convivencia y establece los derechos exclusivos de los propietarios con respecto a sus inmuebles y, junto al resto de dueños, los derechos de copropiedad en relación con los elementos comunes. De forma adicional, el título constitutivo de cada comunidad regula en sus estatutos la convivencia y el funcionamiento en el bloque o la zona residencial que corresponda. Sigue leyendo para informarte de los principales puntos que trata esta legislación.

Derechos de los propietarios en la Ley de Propiedad Horizontal

Si eres propietario actualmente de una vivienda, tienes derecho a:

Disfrutar de tu comunidad. Tienes libertad de uso de zonas de las que seas copropietario junto al resto de vecinos siempre que tus acciones se encuentren en el marco de la legalidad, respeten los derechos de los demás propietarios y no incumplan los estatutos.
Acudir a juntas y reuniones. Puedes participar activamente en estas ocasiones para contribuir a la toma de decisiones sobre asuntos que afectan a tu comunidad.
Negarte a pagar reformas. Si se acuerda una obra de mejora que no es realmente necesaria para el edificio y cuyo importe total supera la cifra equivalente a tres cuotas de gastos ordinarios, puedes no pagarla y que la comunidad mantenga intactas tus mensualidades. En casos relativos a la instalación de un ascensor, si en la comunidad viven personas con movilidad reducida reconocida o mayores de 70 años, el propietario solo se podrá negar a pagar la parte proporcional si el coste del proyecto por vivienda supera las doce mensualidades ordinarias.
Realizar obras en la vivienda. Siempre que se notifique previamente al administrador de fincas o al presidente de la comunidad, puedes efectuar las mejoras que consideres oportunas en tu inmueble si no perjudican al resto de vecinos ni afectan a la integridad del edificio.

¿Cuáles son las obligaciones de los propietarios según la Ley de Propiedad Horizontal?

En calidad de propietario de un inmueble tienes la obligación de:

Mantener tu vivienda en buen estado, así como las zonas comunes de las que disfrutes como copropietario.
Respetar las horas de silencio. Los estatutos de la comunidad fijan una determinada franja a partir de la que no se pueden realizar actividades que causen ruidos o molestias al resto de vecinos. En general, se suele situar en torno a las 11 de la noche.
Pagar las cuotas a tiempo. Conforme a tu coeficiente de participación, tienes que abonar las mensualidades de gastos ordinarios con respecto al mantenimiento y la conservación del edificio, incluso si no utilizas un servicio o una zona.
Compartir los espacios comunes. No puedes impedir que otros vecinos disfruten libremente de las zonas de las que son copropietarios ni acapararlas para usos exclusivamente privados.
Conservar adecuadamente el edificio. Para ello, tienes que permitir la realización de los trabajos que garantizan las condiciones estructurales, de habitabilidad, de accesibilidad y de seguridad. En caso contrario, la comunidad se convierte en responsable civil de los daños materiales o personales que se produzcan como consecuencia de negligencias.
Posibilitar la consecución de obras. Debes responder a las sanciones que se te impongan por demorar injustificadamente aquellos trabajos de mejora necesarios que se aprueben por mayoría absoluta.
Permitir el acceso de personal de mantenimiento. Es obligatorio que tanto operarios como personal autorizado entren en tu vivienda o en el edificio para realizar reparaciones en los elementos comunes y, de esta forma, asegurar la correcta conservación de la finca en su conjunto.
Ejercer como presidente de comunidad. Ya sea mediante votación, un sistema de rotación o sorteo, tienes que aceptar la presidencia cuando te corresponda, así como las responsabilidades asociadas, siempre que no exista una causa justificada de lo contrario.
Informar de cambios de titularidad. Si tu vivienda pasa a ser de otro propietario, tienes la obligación de informar al secretario o al presidente de la comunidad para que cuenten con los datos del nuevo dueño.

Principales deberes de los arrendadores de un inmueble

En el caso de que tu vivienda esté alquilada a terceros, entre las obligaciones que debes cumplir se encuentran:

La devolución de la fianza si no hay daños en la vivienda. Cuando el contrato de alquiler finaliza, el inmueble se encuentra en buen estado y no existen deudas con ninguna de las empresas de suministros, debes reingresar al inquilino la fianza que abonó al principio del acuerdo en el plazo máximo de un mes desde la devolución de las llaves. En caso de demora, el arrendatario podría reclamarte los intereses asociados.
El mantenimiento del contrato de alquiler incluso con un cambio de propietario. Si en el momento de comprar una vivienda inscrita en el Registro de la Propiedad residen en ella inquilinos, tienes la obligación de conservar los derechos y deberes asociados hasta ese momento al acuerdo de arrendamiento con respecto a ellos, sus cónyuges o parejas de hecho e hijos que dependan directamente.
La aceptación de la rescisión del contrato por parte del inquilino. En determinadas circunstancias es posible que el arrendatario continúe alquilando la vivienda, aunque no resida en ella: por ejemplo, si su cónyuge no separado legalmente, su pareja de hecho o sus hijos dependientes todavía viven en el inmueble.
La realización de reformas en caso de discapacidad. Es obligatorio permitir la consecución de obras que mejoren la accesibilidad y eliminen las barreras arquitectónicas en la vivienda cuando el inquilino, su cónyuge u otros convivientes permanentes tengan más de 70 años o alguna discapacidad reconocida. Por supuesto, dichos trabajos no deben afectar en ningún caso a las zonas, los elementos o los servicios comunes del edificio ni a su integridad o seguridad. También es posible exigir mediante cláusula que el inmueble se devuelva tal y como estaba al principio si el acuerdo de alquiler finaliza o se rescinde.
El pago de los impuestos y tasas municipales. Aunque las facturas de los suministros son por cuenta del arrendatario siempre que el contrato no indique lo contrario, como propietario debes responsabilizarte de impuestos como el IBI, las tasas de basura, el seguro de la vivienda o el importe correspondiente a los gastos comunitarios ordinarios.

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